Parte del Artículo 45 de la Constitución Política del Estado indica que: La dirección y administración de la seguridad social corresponde al Estado, con control y participación social, y que el Estado garantiza el derecho a la jubilación, con carácter universal, solidario y equitativo.
Como decimos comúnmente: el papel aguanta todo.
Porque lo de equitativo ha quedado como un adorno más, y para muestra tenemos que los ex mandatarios de nuestro país, por el sólo hecho de haber sido presidentes o vicepresidentes, gozan de una renta vitalicia equivalente a 20 salarios mínimos nacionales (Bs. 25.000.- a la fecha), mientras que la pensión de la mayoría de las personas jubiladas, que trabajaron la mayor parte de su vida, no llega ni al 20% de lo que reciben los ex mandatorios. De manera que lo primero que se debe hacer es quitar esos privilegios.
Sobre el tema de salud en nuestro país, creo que todos en algún momento hemos leído en redes sociales algunos mensajes como que: la salud mejorará cuando los políticos se hagan atender en el sistema de público de salud
Algo con lo que no comparto, mientras paguen con su dinero, ya que no podemos limitar la decisión de cualquier persona (política o no) de elegir la atención privada, siempre y cuando pague con su propio dinero.
Si realmente queremos que la atención de salud mejore, se debe eliminar el monopolio de las Cajas de Salud, donde en su gran mayoría prima lo político antes de pensar en un servicio profesional con calidad, calidez y sobre todo buen manejo económico, porque todos sabemos de la falta de infraestructura, de equipamiento, de medicamentos y la falta de personal médico (sobran los administrativos).
No podemos quedarnos estáticos viendo cómo empeora la atención en las Cajas de Salud y como cada día se incrementa la población adulta mayor empobrecida por las pensiones tan bajas, población a la que tarde o temprano nos sumaremos.
Es necesaria la participación de todos los actores, no sólo de los asambleístas ni de los partidarios o aliados de los gobiernos de turno, para encarar con responsabilidad soluciones estructurales a los serios problemas que tiene la seguridad social en nuestro país.
Las elecciones serán el próximo año, ahí veremos quién o quiénes toman la firme decisión de tocar estos dos temas (salud y jubilación) que, si bien son muy sensibles, son de vital importancia.
No será fácil, pero tampoco imposible, sin embargo, debemos estar conscientes que tampoco será inmediato, todo es un proceso, pero mientras más se espere más grande la posibilidad de que las próximas generaciones se vean afectadas, ya que en el momento actual sólo pretenden hacernos creer en una utopía que la comparo con estar en un desierto, donde lo único real es el espejismo de una jubilación y salud dignas.