Hoy enfrentamos una de las crisis económicas más graves de nuestra historia. Una manera sencilla de describir la situación es con esta frase: “el Gobierno está raspando la olla”. Está buscando desesperadamente dinero para cubrir sus necesidades financieras.
En este contexto, hay una alta posibilidad de que el Gobierno ya esté instruyendo, o esté a punto de hacerlo, para que la Gestora Pública incremente el porcentaje de las inversiones en valores del Tesoro General de la Nación (TGN) o del Banco Central de Bolivia (BCB), ya que en este momento los aportes que mensualmente recauda la Gestora representan la única fuente de liquidez inmediata que tiene a su alcance, de la cual advertí desde el 2011 y a la que en su momento denominé como: «la gran caja chica del Estado».
¿Cómo puede el Gobierno acceder a los fondos administrados por la Gestora Pública?
La Ley de Pensiones 065, en el segundo párrafo del artículo 142, indica textualmente: «Los valores emitidos por el Tesoro General de la Nación o el Banco Central de Bolivia no estarán sujetos a los límites establecidos en la presente Ley y sus reglamentos.»
En otras palabras, el Gobierno tiene la puerta abierta para usar estos fondos sin restricciones, lo que representa un grave peligro para la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Ya hemos visto cómo el Gobierno ajusta las reglas según sus necesidades financieras, como cuando en mayo de 2024, la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS) modificó la normativa para permitir que la Gestora invierta $200 millones en bonos soberanos. Si hicieron ese cambio en un instante, ¿qué le impide a la Gestora Pública usar los fondos para comprar bonos del Estado sin control y sobre todo SIN LÍMITE?
Los riesgos de que el Gobierno use los fondos de los aportantes a la Gestora Pública
Si la Gestora invierte grandes sumas en bonos del Estado, SIN LÍMITE, se generará serios peligros para la jubilación de millones de bolivianos:
- La Gestora no tiene independencia
Al convertirse en una fuente de financiamiento para el Gobierno, las decisiones ya no se tomarán pensando en la rentabilidad y seguridad de los ahorros de los trabajadores, sino en las necesidades fiscales del Estado. No hay que olvidar que tanto la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS), como la Gestora Pública dependen del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
- Aumento del riesgo financiero
Si el sistema de pensiones depende en gran medida de la estabilidad económica del país, los ahorros de los jubilados quedarían expuestos a la crisis actual.
- Falta de liquidez y riesgo de impago
En medio de la escasez de dólares y la crisis fiscal, el Gobierno podría no cumplir con sus pagos a tiempo. Si la Gestora necesita dinero para pagar jubilaciones, pero los bonos del TGN o el BCB no se pueden vender fácilmente, obviamente que se tendría problemas para cubrir las prestaciones de jubilación, de invalidez y de muerte.
- Falta de diversificación
Una buena estrategia financiera implica invertir en distintos sectores y activos. Pero si la mayoría de los fondos se usa para comprar bonos del Gobierno, las oportunidades de obtener mejores rendimientos se reducen y el riesgo se eleva exponencialmente, poniendo en riesgo las pensiones actuales y futuras.
- Mayor inflación, devaluación e incremento de la deuda interna
Si el Gobierno financia su déficit con estos bonos y el BCB los monetiza, esto podría generar más inflación y afectar el tipo de cambio, lo que disminuiría aún más el poder adquisitivo de los jubilados e incrementar sustancialmente la deuda interna.
¿Qué se puede hacer?
Si bien invertir en valores del Estado no es ilegal, hacerlo sin límites y sin un análisis serio del riesgo es preocupante. Por eso, es necesario exigir:
- Transparencia: La APS debe publicar información actualizada sobre las inversiones que realiza la Gestora Pública, detallando el monto (o porcentaje) así como la rentabilidad que genera cada una. Ya que la última actualización sobre el detalle de las inversiones y valor de los fondos del sistema de pensiones es al 31 de octubre de 2024; detalle en el cual no se especifica la rentabilidad que genera cada inversión. (Información verificada en la página web de la APS el 17/03/25).
- Supervisión independiente: No se puede dejar que las mismas autoridades que nombró el Gobierno sean las que supervisen estas inversiones.
- Modificación el segundo párrafo del Artículo 142 de la Ley de Pensiones 065: Se deben establecer límites de inversión, para evitar el uso ilimitado de los fondos de pensiones en valores del Tesoro General de la Nación (TGN) y del Banco Central de Bolivia (BCB).
- Evaluación de acciones legales: Si se comprueba que estas inversiones ponen en riesgo el sistema de pensiones, se deben tomar medidas legales para proteger los ahorros de los trabajadores.
- Participación efectiva de los aportantes: Es imprescindible la participación efectiva de los aportantes para fiscalizar las acciones de la Gestora Pública, pero no a través de la Central Obrera Boliviana, ni tampoco de ninguna organización social afín al Gobierno de turno.
El contexto económico actual podría llevar al Gobierno a tomar decisiones desesperadas e irresponsables, que comprometan la seguridad social de millones de bolivianos. Es fundamental reflexionar sobre lo que está en juego: el dinero de los aportantes, resultado del esfuerzo de toda una vida de trabajo, se encuentra en riesgo si no se toman medidas claras y responsables.
Es momento de exigir responsabilidad y transparencia en el manejo de los fondos de pensiones, asegurando que el dinero de los aportantes sea administrado exclusivamente para el beneficio de quienes han contribuido con tanto sacrificio. La prioridad debe ser establecer candados legales que eviten el uso indiscriminado de estos recursos, protegiendo así el futuro de millones de bolivianos.
¿Estamos aún a tiempo para actuar o ya es demasiado tarde? La respuesta radica en nuestra capacidad colectiva de exigir cambios responsables y garantizar que el dinero de los aportantes esté seguro para respaldar las necesidades de quienes más lo necesitan.